¿Qué pasa con el deseo sexual en las relaciones largas?

Deseo sexual, pareja y convivencia emocional

Cuando empezamos una relación, el deseo sexual suele estar a flor de piel. Todo es nuevo, emocionante, y el simple roce de la otra persona puede ponernos la piel de gallina. Pero con el paso del tiempo, muchas mujeres empiezan a preguntarse: ¿qué pasa con el deseo sexual en las relaciones largas? ¿Es normal que ya no tenga tantas ganas como antes? ¿Es culpa mía, suya, de la rutina?

Desde mi experiencia como psicóloga especializada en autoestima y relaciones de pareja, he acompañado a muchas mujeres en terapia que, después de años de convivencia, sienten que el deseo sexual ha disminuido. Y sí, es un tema mucho más común de lo que te imaginas, pero también muy cargado de culpa, tabú y silencios. Hoy quiero hablarte de esto sin rodeos, con claridad y desde un enfoque cercano y profesional.

✨Si lo que estás leyendo en este artículo resuena contigo, no quiero que esto se quede aquí. Quiero seguir acompañándote en tu camino de crecimiento, amor propio y transformación.

Por eso, he creado un espacio íntimo y especial: mi newsletter, donde comparto reflexiones profundas, herramientas prácticas y contenido exclusivo para que cada día te sientas más alineada con la mujer que realmente eres y la vida de abundancia que mereces.

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¡Nos leemos pronto! 💖

El deseo sexual no es una línea recta que se mantiene constante en el tiempo. Más bien, es como una ola que sube y baja, influenciada por factores emocionales, físicos, hormonales y contextuales. En los primeros meses o años de una relación, el deseo suele ser espontáneo: surge sin necesidad de esfuerzo, simplemente porque todo es nuevo.

Pero con el tiempo, la novedad se convierte en rutina. La familiaridad, la convivencia, el estrés del día a día y la maternidad pueden afectar esa chispa inicial. Esto no significa que el deseo desaparezca, sino que cambia de forma. En las sesiones de terapia de pareja que realizo en mi consulta, aparece la cuestión de que antes sentían más ganas y de forma más frecuente, y ahora no ocurre lo mismo. Y eso es completamente normal.

Si te preguntas por qué ya no sientes tanto deseo como antes, puede ser útil revisar algunos de los factores más comunes que lo afectan en las relaciones largas:

  • Estrés y fatiga: el cansancio crónico, el trabajo, la crianza, las preocupaciones económicas… todo esto agota tu energía y puede hacer que el sexo pase a un segundo o tercer plano.
  • Falta de tiempo de calidad en pareja: cuando solo habláis de logística o de los niños, es difícil que surja el erotismo.
  • Cambios hormonales: en diferentes etapas del ciclo menstrual, posparto o menopausia, los niveles hormonales influyen en el deseo.
  • Problemas no resueltos en la relación: si hay conflictos, resentimientos o distanciamiento emocional, el deseo puede disminuir drásticamente.
  • Autoestima baja: sentirte desconectada de tu cuerpo o no gustarte a ti misma también afecta tu disposición al encuentro sexual.

En consulta, he trabajado con mujeres que llegaron a pensar que algo estaba mal en ellas por no tener ganas de sexo. Pero cuando empezamos a hablar de todo lo que estaba pasando en su vida y en su relación, entendieron que no se trataba de una falla personal, sino de un conjunto de factores que tenían solución.

A veces lo que más daño hace no es la falta de deseo en sí, sino las creencias que arrastramos sobre lo que debería ser una vida sexual ideal. Aquí te dejo algunos mitos que pueden aumentar tu malestar:

  • Creer que el deseo siempre tiene que ser espontáneo. En las relaciones largas, el deseo suele necesitar ser cultivado.
  • Pensar que si no hay sexo frecuente es que algo va mal en la relación. Hay muchas formas de intimidad, y los ciclos sexuales pueden variar.
  • Asumir que solo tú estás perdiendo interés. Muchas veces la otra persona también está experimentando lo mismo, pero no lo dice.

En mis sesiones de terapia de pareja, suelo decir algo que ha ayudado a muchas mujeres a respirar tranquilas: el deseo no desaparece, se transforma. La clave está en cómo gestionamos ese cambio, y en si estamos dispuestas a mirar con honestidad lo que realmente necesitamos.

Ahora vamos a lo práctico. Aquí te dejo algunas recomendaciones que trabajo habitualmente con mis pacientes, y que pueden ayudarte a reconectar con tu deseo sexual en una relación larga:

  • Haz espacio para el erotismo, aunque no tengas ganas inmediatas. A veces el deseo surge después de empezar, no antes.
  • Cuida tu autoestima y tu relación contigo misma. Sentirte bien en tu cuerpo, gustarte, darte placer, son claves para desear.
  • Recupera el contacto físico sin presiones. Besarse, acariciarse, abrazarse sin que necesariamente termine en sexo, fortalece el vínculo.
  • Habla con tu pareja sobre tus necesidades y emociones. La comunicación sincera puede ser profundamente erótica.
  • Explora nuevas formas de conexión sexual. Juegos, fantasías, cambios en el entorno… lo nuevo puede reactivar el deseo.
  • Evita la autoexigencia. No tienes que cumplir con un “ritmo ideal” de relaciones sexuales. Escucha tu cuerpo.
  • Reserva tiempo para ustedes dos. Salidas, escapadas, o simplemente una noche sin interrupciones. La intimidad necesita tiempo.
  • Considera la terapia de pareja o sexual si lo necesitas. A veces es necesario acompañamiento profesional para sanar bloqueos profundos.

En mi consulta, muchas mujeres han descubierto que volver a sentir deseo depende de prestar atención, dedicación y autoconocimiento. Con las herramientas adecuadas, es totalmente posible volver a encender la chispa incluso después de años juntos.

Uno de los grandes alivios que experimentan las mujeres en terapia es cuando se dan cuenta de que no están solas. Que no son raras, ni frías, ni poco sexuales. Lo que sienten tiene nombre, explicación y solución.

Es importante normalizar que el deseo sexual fluctúa, y que en las relaciones largas esto es habitual. Lo que no es normal ni sano es vivir esta situación desde la culpa o el silencio. Hablarlo, entenderlo, trabajarlo, es un acto de amor propio y también de cuidado hacia la relación.

En mi experiencia acompañando a parejas, he visto cómo incluso vínculos muy dañados por la rutina o la desconexión sexual han logrado transformarse con compromiso y escucha. Porque el deseo sexual no se pierde para siempre, solo necesita ser reencontrado.

Puedes contactar conmigo directamente para cualquier consulta, no lo dudes, aquí estoy para ayudarte.

✨Si lo que estás leyendo en este artículo resuena contigo, no quiero que esto se quede aquí. Quiero seguir acompañándote en tu camino de crecimiento, amor propio y transformación.

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Sara Navarrete es psicóloga experta en relaciones tóxicas, autoestima, dependencia emocional y relaciones de pareja en Valencia y Barcelona.

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