Primero, definamos lo que representan los celos, y ya luego llegaremos a cuáles son sus niveles y si son considerados como malos o normales.
Los celos son una respuesta emocional que surge cuando una persona percibe una amenaza hacia algo que considera como propio. También se evidencia cuando la persona que siente los celos no está recibiendo la cantidad de atención que quisiera por parte del ser amado o de cierta cantidad de personas. Está comúnmente relacionado con la idea o sospecha de una posible traición o deslealtad por parte de la persona que admira, quiere, etc.
Es bastante común encontrar celos durante una relación amorosa, es una respuesta natural de alerta, y ciertamente en este y otras circunstancias el muy normal, todo el mundo se ha sentido celoso en algún momento, entonces porque nos preguntamos si los celos están bien o no.
Todo en exceso es malo
Lo importante es aprender a diferenciar si se tratan de celos, obsesión, o celos enfermizos. Sí, podemos al menos obtener tres tipos diferentes de vertientes. Veamos.
Los celos “comunes” aparecen repentinamente, y son desencadenados por una situación determinada y esporádica, es decir, pueden suceder pero no es algo constante, y siempre tienen razón de ser (aunque aquí pueda variar la validez de los argumentos, aún existirá un porqué).
Luego tenemos la obsesión, aquí empezamos a ver vestigios de un posible trastorno mental. La obsesión representa más un abarcar y dominar a lo que se ama que querer cuidarlo y protegerlo.
¿Cómo la podemos ver en acción? La obsesión aparece sin motivos, la persona afectada suele pensar que su pareja le miente, así como que también ya está con otra persona o que, en su defecto, desea estar con otras personas en vez de él o ella, y esto nace sin ninguna sospecha o evidencia de que esté ocurriendo o pueda ocurrir.
Y se trata de celos enfermizos cuando la persona empieza a controlar cada movimiento que da su pareja, desde con miradas, hasta realizando llamadas telefónicas reiteradas para saber dónde está su pareja y cuánto tardará en llegar a casa. También tendrán cada vez más discusiones acerca de la relación que mantiene con sus amigos y familiares, y dentro de sus requerimientos querrá que su pareja comparta menos tiempo con ellos para poder tener total atención.
Este tipo de celos, también destruyen la autoestima de la pareja, pues la persona hace comentarios y críticas sobre la manera de vestir y los gustos en los que difieren. También puede contar con actitudes como revisar continuamente el móvil u ordenador de la pareja, tener celos de sus compañeros de trabajo, jefes. Y dentro de sus conversaciones como pareja y ratos juntos, los celos son el tema principal.
¿Pero qué se esconde detrás de los celos?
Los celos pueden ser productos de las siguientes opciones, o incluso de ambas: Inseguridad y Baja autoestima.
En la primera, la persona celosa sufre una inmensa inseguridad de quien es y de lo que posee. Esto se debe en algunos casos a situaciones difíciles del pasado.
Este tipo de personas, no sólo son inseguras en su relación amorosa, también pueden sentirse igual en otros aspectos de su vida, así como también suelen ser temerosas y les cuesta tomar decisiones.
Con respecto a la segunda, con una baja autoestima la persona celosa usualmente siente que no es lo suficientemente atractiva, inteligente, extrovertida, etc. para su pareja, o que no “está a su nivel”. Se sienten “menos” y por eso creen que su pareja está buscando en otras personas lo que ella no es. Esto se deriva del no amarse suficiente a sí mismo, y por eso la comparación con los otros disminuye.
Pero no todo es oscuridad, sin duda esto tiene solución. Y acudir a terapia es una de las mejores formas de afrontarlo.
Sin embargo, queremos dejarte este vídeo con “3 errores que suelen repetirse en las relaciones de pareja” donde también puedes notar qué otros puntos débiles puedes estar presentando en tu relación, de ser el caso.
¡Está imperdible!