Hoy vengo cargada de información sobre la dificultad que presentan algunas mujeres para desengancharse de una relación que no les hace bien.
Las relaciones se vuelven tóxicas cuando nos aumenta el estrés.
Esto quiere decir, que las personas no son tóxicas en sí mismas, sino que por su manera de relacionarse contigo, te aumenta el malestar, la incertidumbre y la angustia.
A veces no es fácil dejar este tipo de relación porque la toxicidad no es lineal. Hay altos y bajos. Por temporada te la pasas bien y sientes que es el amor de tu vida pero hay otras temporadas que no lo ves muy claro.
Este vaivén hace que la relación se tambalee en tu interior y prefieras sentirte culpable o responsable, sin darte cuenta que hay manipulación detrás.
La violencia pasivo-agresiva es la más difícil de demostrar.
Las personas que actúan como vampiros emocionales pueden llegar a debilitar tu cordura emocional y hacerte dudar de ti misma.
Por esto y muchos factores más, cuesta dejar la relación que te da una de cal y otra de arena.
¿Cómo saber que es una relación tóxica?
Si hay ansiedad, hay alarma.
En una relación debería estar presente el amor, la comprensión, la empatía, la complicidad y una buena comunicación. Cualquier situación que provoque torbellinos emocionales, ambos deberán cubrirse con el mismo paraguas de contención y apoyo.
Si cada paso que des, cada palabra que digas, cada gesto que expreses te genera inseguridad, hay alarma.
Una relación vitamina te hace crecer, te ayuda a dormir plácidamente después de un largo día de trabajo. Te hace ilusión y te carga de alegría.
Obviamente no son emociones que solo provoca la otra persona en ti, sino que es una suma que ambos se dan. Si él te resta tranquilidad, hay estrés.
Y donde hay estrés hay fisuras emocionales que pueden llegar a ser grietas hondas de insatisfacción.
Tú mereces ser feliz y ser correspondida.
Siempre estás a tiempo de aprender el tipo de relaciones que encaje con tus valores y con tu esencia.
No todo tiene que ser catastrófico si viviste una mala relación. Es cuestión de comprometerte contigo misma y hacer un trabajo personal para aprender a vivir sin sufrimiento.
Nadie dijo que sería fácil, pero trabajar en tu amor propio y dejar atrás los viejos patrones, es querer ser una mejor versión de ti misma.
Y el mundo te necesita para ser más amable.
Si conoces a una mujer que esté pasando por algo similar, no dudes en compartirle este post.
¿Llevas mucho tiempo estancada en el bucle de relaciones fallidas?
Quizá haya llegado el momento de apoyarte en un profesional y tomar acción.
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