Te explico qué puede estar pasando si no tienes relaciones sexuales con tu pareja.
Hoy os quiero hablar de sexo, un tema que a veces, puede resultar incómodo, pero que yo, como profesional de la psicología, estoy acostumbrada a tratar en mis consultas, y me gusta hacerlo con naturalidad. Dentro de una relación de pareja puede ser un tema incómodo, pero es algo que inevitablemente surge. Si alguna vez te has preguntado si es normal que no haya relaciones sexuales en tu pareja, o qué periodicidad es la adecuada, me gustaría decirte que son dudas normales, que nos podemos plantear todas. Desde el punto de vista de la psicología, no tiene una única respuesta. La verdad es que depende de muchos factores y no necesariamente hay algo «malo» o «anormal» cuando no hay sexo.
Por mi experiencia, tratando pacientes, te diría que a lo largo de la vida, las parejas pasan por diferentes etapas y experiencias. Al principio, cuando todo es novedad, la pasión suele estar a flor de piel. Sin embargo, a medida que la relación evoluciona, es natural que haya cambios, incluidos los sexuales. Pero ¿qué pasa cuando, de repente, esa parte de la relación desaparece por completo o se vuelve mucho menos frecuente? ¿Es motivo de preocupación? ¿Te sientes culpable?
Las relaciones sexuales ¿lo son todo?
Primero, es importante tener en cuenta que el sexo, aunque es una parte importante para muchas parejas, no es el único pilar de una relación exitosa. Por mi experiencia persona y profesional, te diría que el amor, el respeto, la confianza y la comunicación son fundamentales para que una relación funcione a largo plazo. Hay parejas que, por diferentes razones, optan por no tener relaciones sexuales con regularidad o incluso en absoluto.
En algunos casos, esto puede ser una decisión mutua y consciente. En estos casos, lo esencial es que ambas personas estén en sintonía y que esta elección no sea fuente de resentimiento o frustración para una de las partes. Algunas parejas, por ejemplo, optan por una relación más platónica, basando su vínculo en otros aspectos emocionales y afectivos. Desde la psicología, esto puede ser perfectamente válido si ambas personas están satisfechas con esa decisión.
Cambios en la vida y en el deseo sexual
Hay que entender que el deseo sexual no es algo constante. A lo largo de la vida, puede cambiar nuestro apetito sexual debido a diferentes factores, como el estrés, la salud, la autoestima, los cambios hormonales o incluso la calidad de la relación en general.
Es completamente normal que, en ciertos momentos, una pareja atraviese fases en las que hay menos relaciones sexuales. Quizás te puede ocurrir que estás pasando por un periodo complicado en el trabajo, lidiando con el estrés de la vida cotidiana, o incluso al ser madre, puede ser que estés agotada tanto física como emocionalmente. Durante estos periodos, el sexo puede pasar a un segundo plano. Lo importante aquí es que la pareja pueda hablar abiertamente de lo que está ocurriendo, sin presiones ni expectativas rígidas.Como experta en autoestima y relaciones de pareja te diría que si tienes pensamientos recurrentes, no te encuentras bien, sientes ansiedad, estrés, te obsesionas con cosas, que acudas a una profesional con la que puedas comenzar una terapia y puedas mejorar tu salud mental y emocional.
Puedes agendar una cita conmigo, estaré encantada de poder ayudarte.
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Factores que te pueden afectar y no tener deseo sexual:
- Estrés: El estrés crónico puede tener un impacto significativo en el deseo sexual. El cuerpo se encuentra en modo de «supervivencia», por lo que el placer o la intimidad pueden parecer poco importantes en comparación con lidiar con los problemas diarios.
- Cambios hormonales: En las mujeres, especialmente, los cambios hormonales pueden jugar un papel fundamental. El ciclo menstrual, el embarazo, el posparto o la menopausia pueden afectar de forma directa el deseo sexual.
- Problemas de salud: Tanto físicos como emocionales. A veces, condiciones médicas o mentales como la depresión, la ansiedad, o incluso ciertos medicamentos, pueden disminuir el deseo sexual.
- Problemas en la relación: Si existen tensiones no resueltas o problemas de comunicación, es lógico que la intimidad sexual se vea afectada.
- Rutina: La monotonía es un factor clave. Cuando la relación cae en la rutina y no se alimenta de nuevas experiencias, es fácil que el deseo sexual disminuya.
Como siempre os digo, comunicación
Si te sientes preocupada porque sientes que algo ha cambiado, y no hay relaciones sexuales en tu pareja, lo primero que tienes que hacer es hablar con la otra persona de forma abierta y honesta. La falta de sexo en una relación no tiene que ser algo negativo, siempre y cuando ambas personas estén en la misma página. Pero cuando una parte de la pareja se siente insatisfecha o ignorada en este aspecto, es cuando pueden surgir problemas. Habla abiertamente sobre tus sentimientos y si te sientes culpable por algo, también has de hablarlo.
La falta de comunicación es uno de los principales obstáculos en las relaciones. Muchas veces, evitamos hablar de sexo por miedo a herir los sentimientos del otro o por vergüenza. Sin embargo, es un tema que debe abordarse con naturalidad, especialmente si una de las partes siente que necesita más intimidad física en la relación.
Es importante que ambas personas se sientan escuchadas y comprendidas. Si no estás segura de cómo empezar esta conversación, te doy algunos consejos:
- Elige el momento adecuado: No inicies una conversación importante sobre la intimidad en un momento de estrés o conflicto. Busca un espacio y un momento tranquilo y relajado para hablar.
- Habla desde tus sentimientos: En lugar de acusar o señalar, expresa cómo te sientes. Por ejemplo, en lugar de decir «nunca tenemos sexo», prueba con algo como «me siento un poco desconectada últimamente y me gustaría recuperar nuestra intimidad».
- Escucha: La comunicación es un diálogo, no un monólogo. Asegúrate de escuchar lo que tu pareja tiene que decir también y de estar abierta a entender su perspectiva.
- No pongas presión: A veces, la solución no es inmediata. El deseo sexual no se puede forzar, así que evita que la conversación se convierta en una demanda de «más sexo». En cambio, enfócate en cómo se puede reconectar de una manera que funcione para ambos.
¿Y si no se encuentra una solución? ¿Y si me siento culpable?
Si después de hablar con tu pareja y de intentar diferentes enfoques sigues sintiendo que la falta de sexo está afectando la relación, no dudes en buscar ayuda profesional. Un psicólogo o psicóloga puede ayudarte a identificar las causas subyacentes y a trabajar en estrategias para mejorar la intimidad. Por ejemplo, en mis sesiones de psicología intentamos ahondar en problemas de autoestima y autoconocimiento para que primero tú estés bien, y si estás bien, también estarás bien con la otra persona.
Ten en cuenta que buscar ayuda no significa que hayas fallado o que la relación esté rota. Al contrario, demuestra que estás comprometida con la relación y que estás dispuesta a trabajar en ella. A veces, los problemas en la sexualidad de una pareja tienen un trasfondo amplio que puede necesitar orientación externa, y esto no es algo de lo que debas sentir vergüenza.
En caso de que haya un problema motivado por la relaciones sexuales en tu pareja, te animo a que contactes conmigo, estaré encantada de poder ayudarte, quizás es un buen momento para acudir a un profesional de la psicología que te ayude a establecer unas pautas para hacer cambios en tu vida.
Puedes contactar conmigo directamente para cualquier consulta, no lo dudes, aquí estoy para ayudarte.
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Sara Navarrete es psicóloga experta en relaciones tóxicas, autoestima, dependencia emocional y relaciones de pareja en Valencia y Barcelona.